jueves, 24 de mayo de 2007

LEYENDAS URBANAS O URBANISMO LEGENDARIO

Es curioso cómo somos capaces de inventar historias o transformar las que ya sabemos. Cambiar el final, retocarlo a nuestro gusto, modelar los personajes... En fin, mil y una estrategías (consciente o inconscientemente) que decoran y tergiversan a veces la realidad. Y es que aquel juego del teléfono roto, en el que un grupo de personas van pasando en cadena una frase hasta que acaba totalmente deformada de lo que era en un principio, quizás es más practicado de lo que nosotros creemos.
Todo esto viene a colación porque no hace mucho fui yo misma la que diseñé una historieta de la nada, o de casi nada, con la historia familiar de un amigo. Hice emigrar a su abuelo por culpa de la dictadura venezolana y gracias a ello su querido nieto (vease mi amigo), cobra una paga por daños y perjuicios todos los meses.
No me pregunteis como llegué a todo esto, porque todavía me lo estoy preguntando y os aseguro que, ahora que conozco la historia real, todavía me impresiono más y más.
Al menos, la versión que yo fabriqué era digna de una película histórico-dramática que bien podía haber ganado algún premio en algún concurso y de paso igual me hubiera embolsado algún eurillo debido a mi incandescente imaginación, que no encuentra límites como yo misma he podido comprobar.
Suerte, al menos, que este amigo se lo tomó con humor, el día que le pregunté que me hablara de cómo emigró su abuelo de Venezuela... Imaginaros su cara, si su abuelo jamás había vivido allí. Al menos sirvió para reirnos sin parar de la anécdota, así que, algo es algo.

miércoles, 23 de mayo de 2007

ESTRENO

No se si debería ponerme casi traje de etiqueta, como quien estrena una nueva película en un gran festival, porque para la gente de a pie, como yo, cualquier momento puede ser especial y más cuando hacemos algo por primera vez. Parece que está de moda escribir en esto de los blogs, y que los más avanzados en esto de las tecnologías ya tienen el suyo hace bastantes días. Yo me he enterado casi por casualidad, pero bueno, me apunto a la moda, aunque sea por vomitar todo esto que llevamos por aqui dentro y a veces no sabemos donde meterlo, bien sea por evitar poner al prójimo una cabeza como un tambor, o porque tampoco es cuestión de recibir respuesta a todo lo que nos pasa. Sea lo que fuere, también es un espacio de encuentro y una forma de mezclar lo público y lo privado al mismo tiempo, así que, de alguna manera hay que despegar y contaminar entre todos esta atmósfera de nuevos conocimientos y nuevas impresiones.